EL ADIOS A UN PADRE
Eran las cinco de la mañana el sol aun no salía, varias personas hasta ahora se estaban levantando y prendiendo sus televisores todo parecía que iba a ser un día normal como todos, pero no fue así pues al comenzar el periodista de las noticias dijo “día triste para nuestra patria pues varios de nuestros compatriotas colombianos han sido deportados de Venezuela”; desde esas palabras comenzó el suspenso y el peso en el aire ya no era una mañana normal pues todo se tornó oscuro la tristeza y el dolor invadían las calles de todo lugar cerca a la frontera.
Ya varias personas salían de sus casas unos a trabajar y otros a estudiar en, cada rincón de los colegios, trabajos, casas y tiendas, para complicar en todo el pueblo se daban más y más rumores sobre lo que pasaba, en algunos lados era tristeza porque tenían familiares, en otros rabia contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Esta nueva tragedia tenía sorprendido al pueblo así que todos decidieron reunir alimentos, ropa, zapatos, juguetes etc, para los damnificados de la frontera.
Se recogieron ese día varios elementos, la gente con gran corazón trató de ayudar todo lo que podía para nuestros hermanos compatriotas.
Los padres al no soportar esta tragedia y la preocupación de que algo les pasara a sus hijos decidían pasar por la trochas las cuales eran peligrosas puesto que las personas estaban expuestas a picaduras, mordidas, accidentes, a ahogarse, a golpearse fuertemente y algunos a quedar por fuera de las listas de gobierno y sin ninguna ayuda.
Varias familias están separadas en esta extensa frontera, donde se ha vulnerado la unión familiar, dejando a varios niños sin padres y a varios padres sin hijos.
Este es el caso de la fonoaudióloga Andrea Betancur y su hija María Ángel Martínez la cual fue una historia que conocí mediante la profesora del área de lenguaje, historia que expuso con sentimientos encontrados mediante la grabación, cuando pasaba por cada salón:
También teniendo la opinión de los niños los cuales son lo más perjudicados como el caso de María Ángel la hija de Andrea que nos cuenta la versión suya así “ me siento mal porque extraño a mi papito y no hemos podido pasar las cosas y yo quiero estar aquí con mi mamá en Colombia pero también quiero estar con mi papito en Venezuela”.
Estas dos versiones de una misma historia que ocurre en muchas familias ahora, te deja sin palabras, ese día nosotros quedamos sorprendidos por saber que hay personas que están mal y pensar que lo peor en esta historia de Andrea y María Ángel es el adiós de un padre y de un esposo.
También en varios colegios como en mi institución educativa colegio san Luis Gonzaga de Chinácota los estudiantes participamos aportando cuanto podíamos.
Al otro día varias jóvenes, padres y niños ayudaron llevando juguetes, ropa, gorras, mercado, etc, la campaña para la ayuda a los damnificados de la frontera duro tres días y medio hasta que ya llevando gran mayoría se fueron a Cúcuta a llevar las cosas a los albergues
Lo peor y más triste de esta crisis fronteriza fue que la mayoría de los involucrados fueron los niños los cuales presentaban varias historias porque como ellos eran colombianos y sus padres Venezolanos tendrían que venirse los niños solos, la historia también se cambiaba pues ocurría casi lo mismo con los niños que eran venezolanos y los padres colombianos.
Ella una fonoaudióloga una persona igual a nosotros sufrió una historia la cual en pocas palabras expresa así “pues la verdad es que es una situación muy difícil la cual no pensamos que fuéramos a vivir ó sea la separación de la familia como en mi caso mi esposo tuvo que quedar allá yo venirme para acá con la niña, una inestabilidad emocional que causa sobre todo en los niños como en el caso de mi hija porque por ejemplo a mí me tocó salir con ella corriendo porque me la iban a deportar porque ella es colombiana, llegamos aquí a Cúcuta y yo no pude sacar ningún coroto, nada, nada, nada, llegamos sin nada estamos quedándonos donde una tía. Mi esposo le tocó quedarse en Ureña para cuidar los corotos ó sea estamos de verdad en una situación difícil no hallamos que hacer, estamos en espera y está muy difícil porque no dan ninguna solución para el paso de las cosas”
EL DOLOR DE UN PUEBLO EN LÁGRIMAS DE INVIERNO
La noche lluviosa del 31 de Mayo del 2015 parecía ser fría y tranquila, igual que cualquier noche; pero no fue así.Pareciera que el destino del corregimiento San Bernardo de Bata sería muy incierto después de aquella noche. La lluvia torrencial acompañada de truenos y relámpagos, poco a poco; estaba causando estragos y provocando peligrosos riesgos para la población, siendo así, una tragedia anunciada.Toda la noche estuvo murmurando en nuestros oídos las gotas de agua en el techado de nuestra casa, de repente, un retumbante trueno a las 5:25 am fue la alarma que despertaría la mañana trágica y consigo a todos nosotros.Después de aquel aviso, los gritos lejanos no pasaban desapercibidos, pero nunca creímos que estos fueran ocasionados por alguna situación fuera de lo normal; de pronto, tocaron a nuestra puerta con gran angustia:<< ¡El pueblo se está inundando, tenemos que salir corriendo!>> dijo nuestra vecina desesperada; es muy difícil explicar con palabras lo que sientes al recibir una noticia como esta, pero, supongo que decir que un frío recorre todo tu cuerpo y el corazón se te acelera, se acerca a lo que en ese instante sentimos.Fue un momento muy confuso y triste, mi madre con lágrimas en sus ojos me decía que no quería irse, sin embargo le dije que aunque fuera en contra de nuestra voluntad debíamos prepararnos para afrontar esta situación ya que primordialmente estaban nuestras vidas. Adónde correr? (el pueblo se encontraba incomunicado hace varios días, debido al colapso total de su entrada “vía a Pamplona”, de igual forma la “vía a Saravena” presentaba varios derrumbes); Por qué tenía que pasar esto? Saldríamos bien de esta emergencia?... En fin eran demasiados los interrogantes que surgen en ese momento, sin embargo, teníamos que sacar fortaleza, con ayuda de Dios encontraríamos una salida, así que empacamos lo esencial para prevenir cualquier situación.
Aunque en nuestro pueblo ya contábamos con todo un plan de emergencia, ese día las alarmas no funcionaron, así que el inspector de policía fue quien alarmó con una corneta a toda la comunidad de lo que sucedía, en compañía del sacerdote quien por el altoparlante pedía mantener la calma y estar preparados para actuar confiando siempre en Dios. Decidimos ir a donde mis abuelos para mantenernos todos en grupo en caso de una posible evacuación; mi madre, mi tío y mi abuelo se dirigieron inmediatamente a la pequeña tiendita que tenemos, pues un caño que pasa cerca del pueblo se había desbordado ocasionando que el 70% de las viviendas se inundaran; se debía ayudar a sacar escombros y lodo para evitar el daño de las pertenencias.
TEs muy desolador ver como un pueblo pequeño de extensión, pero grande de calidad humana se veía abrumado no solo por las inclemencias del tiempo, sino también por la falta de apoyo por parte del estado, ya que esta situación de falla geológica se viene presentando desde el 2012 y no se ha puesto en obra ninguna clase de solución para este problema ya sea una reubicación o edificaciones que impidan la continuación de deslizamientos de las tierras; por otra parte aquellas entidades de extracción de recursos minerales cuyos tubos pasan por nuestro corregimiento no realizaron en ningún momento una debida canalización de aguas, lo que proporciona con mayor porcentaje la causa de este suceso geológico.Algunas personas lloraban al ver el agua hasta sus rodillas y en esta algunas de sus pertenencias y mercancías flotando. Todos unidos como familia se ayudaban unos a otros, pues en una situación como esta lo más importante es el trabajo en equipo y la unión de esfuerzos.La lluvia calmó un poco a eso de las 9:00am, cuando dejó de llover totalmentedecidí salir de la casa para ver el panorama; es un paisaje tan desolador, de un día para otro el pueblo cambia su aspecto: escombros, lodo, agua, pertenencias dañadas, personas sacando agua de sus viviendas y sobre todo una enorme tristeza en cada uno de sus rostros.Gracias a Dios aquel día no pasó algo mayor ; sin embargo esos díasdespués nos vimos afectados, las tuberías que conducen el agua se habían estropeado debido a deslizamientos y la poca agua que llegaba por minutos era imposible de consumir; el servicio de gas natural también fue paralizado pues se presentaron algunas fugas peligrosas debido a la misma situación; la escasez de algunos productos y el aumento de los precios de otros provocaban dificultades; las clases en nuestro colegio fueron suspendidas por varias semanas, ¡Fueron días muy difíciles!.Aunque la noticia de nuestra situación fue comunicada nacionalmente, al igual que en las redes sociales y periódicos, después de varios días no se vuelve a escuchar de San Bernardo de Bata, y es eso lo que a todos los que somos de ese pueblito nos parte el corazón, el ver que una partecita de Colombia se deja en el olvido, aunque siendo parte de la VIA NACIONAL “LA SOBERANIA” que comunica los llanos orientales con el resto del país, es decir, fundamental pieza del desarrollo socio-económico de todo el país a la cual seguramente la comprarán y dejaran a un lado con supuestas “vías provisionales” y proyectos “a largo plazo”.La incertidumbre es muy grande, algunas familias decidieron mudarse a otros lugares pensando en un mejor futuro, después de aquella inundación no se sabe qué pasará, sobre todo aquellas noches en las que llueve se teme repetir aquella eventualidad desagradable y mucho más cuando oyes decir que el pueblo cada día se corre en cuanto a su terreno algunos milímetros, demostrado totalmente con el colapso total de aproximadamente 40 viviendas y la aparición de grietas en otras ;aunque no totalmente ha vuelto la tranquilidad pienso que la mejor forma de afrontar estas situaciones es por medio de la firme fe en nuestro Dios, el destino de San Bernardo de Bata está en sus manos, El, quien hace que “después de la tempestad venga la calma”.